Pasa el tiempo y se sigue llenando la arena de nuestro reloj momentos cálidos, momentos húmedos... y ¡que momentos! Es que contigo, mi vida deja de ser esa manecilla del reloj haciendo tic tac, para convertirse en el sonido apresurado de todos los minutos que nos quedan para compartir. Eres ese todo, ese tipo que llegó a robarme las sonrisas, a llenarme de alegría, a pensar en un mañana... ... y te quiero así, cien años conmigo, tomando café y yo escondiéndote los cigarrillos. ¡Hasta que las arrugas nos desbaraten!
porque así siento, así vivo y así veo el mundo