Ir al contenido principal

Mi debilidad


Ya era un bosquejo, 
nada estaba claro 
y me encontraste lanzando trazos
tratando de darle forma

y te dejé entrar,
te habité un espacio en mi locura

y me llené de tus besos amargos,
de tus ojos mentirosos 
y de tus caricias heladas 

Te regalé mi intimidad
me mostré sin careta

y vistes mis miedos, 
te dejé avanzar 
y ocupastes un lugar.  



Pero te volviste agonía
y sabes a nostalgia´
ojalá fueses un niño de verdad

Comentarios

Entradas populares de este blog

Algoritmos de vida

Hay momentos por los que navegas en Instagram y te tropiezas con post que con tan solo leerlos encuentras implícito tu dolor.   Y como la vida es tan corta y no hay momentos oportunos, decidí enviar aquel post y despedirme de ti. De lo que algún día fue y de lo que no, de mi sentir, de cada lágrima o cada noche que no dormí, de las risas y las sensaciones que me producía tan solo verte.  Despedirme de esa sensación de que te conocía de toda la vida, de los fracasos y pataletas, despedirme de la persona que llegué a conocer y a su vez me desconoce. Si me preguntan en éste momento si de tener otra oportunidad haría las cosas diferentes, creo que no, porque amé cada momento de locura vivido a tu lado, solo hubiese preferido otro final, que no fuera tan trágico o doloroso. Y final que tuviera más calidez y menos pedazos dispersos por doquier. 

Inefable

  No quiero vaticinarlo, pero  pasará... Como siempre  pasa. Como nadie quiere quedarse. Sólo hasta que la dejan morir, la ven marchitarse poco a poco, lanzando destellos, buscando atención , haciendo fogatas para no morirse de frío a falta de abrazos... Y justo cuando la agonía acaba y el último aliento de ganas de querer se le esfuman, ¡puf!  explota la necesidad absurda de realmente quererla. ¡Que ironía! ¡Que puta ironia! Pero ya ahí no hay marcha atrás. Ella vive su duelo en agonía constante y cuando se agota la última gota de sangre que bombeaba ese corazón... Ya no hay marcha atrás. Y vendrán pataleos, y momentos incómodos de arrepentimientos, y ella dudará, como siempre duda, porque jamás deja de querer, pero no habrá marcha atrás cuando el último aliento llegue. Le ha pasado tantas veces que aún no comprende como siendo tan difícil ganarla, la  dejan morir frente a sus ojos. Y capaz volverá a amar, y soltará de nuevo los escupos, pero cada vez ...

... y para ser sincera

La verdad es que quería más   Una noche recostada en tu almohada no bastaba seguía esperando más un destello de estabilidad  Esas ganas extenuantes de verte una vez más otra noche entre tus sábanas no bastaba  si el encuentro era tan fugaz y qué ganas las mias de continuar   ¿realmente era algo tan casual? Esa duda que carcome  no entender qué había realmente detrás  Eras mi salvavidas en esta tempestad  y me aferré a ti hasta que me invadió la soledad  y no pude más volver a contestar dejarte regresar  a destrozar mi realidad.